4/23/2009

GP de Australia de 1986 (Adelaida)


Más lentos o más rápidos, los 15 primeros Grandes Premios del año consiguen plantear un final inhabitual de cara a la 16ª y definitiva prueba, el Gran Premio de Australia a disputar por segunda vez en Adelaida.

Nelson Piquet comienza ganado en Brasil por delante de Ayrton Senna (Lotus-Renault), pero este se desquita batiendo a Mansell por 0,014 segundos en Jerez, el final más apretado de un Gran Premio en la historia hasta la fecha. Alain Prost (McLaren-TAg Porsche) se sube a lo más alto del podio en Ímola y repite en Mónaco, mientras que Nigel Mansell hace lo propio en Spa y Montreal y en Francia e Inglaterra, luego de que Senna, vindicativo, se haya impuesto en Detroit. Piquet vuelve por sus fueros ganando en Hockenheim e inaugurando el podio del Gran Premio de Hungría moderno. A ello replica Prost ganando en Austria, antes de que Piquet responda con un “nueve” en Monza y Mansell haga lo propio en Estoril.

Total, 14 carrera celebradas y, a falta de dos, todo siguen en el aire. Y nunca mejor dicho, pues si los protagonistas del mundial creían haberse librado del aire enrarecido con la exclusión del calendario de Kyalami –que está a 1.800 metros de altura-, en su lugar aparece México DF, cuyo Autódromo Hermanos Rodriguez se encuentra a 2.240 metros sobre el nivel del mar, de lo cual saca partido Gerhard Berger, pues el motor BMW Turbo 4 cilindros para adaptarse a las alturas mejor que el resto de motores, lo mismo que los Pirelli de su Benetton, pero Prost saca tajada acabando 2º por delante de Senna (3º), Piquet (4º) y Mansell (5º); lo cual deja las cosas así a falta de un Gran Premio, el de Australia, a la fuerza decisivo: 1º Mansell, 72 brutos, 70 netos y 5 victorias; 2º Prost, 65 puntos brutos, 63 netos y 3 victorias; 3º Nelson Piquet, 63 puntos y 4 victorias. Los demás no tienen opción al título. Es decir, que si Mansell termina 3º o mejor en Adelaida, es campeón independientemente de lo que hagan sus dos rivales, los cuales precisan ganar y que Mansell no acabe mejor que 4º. Además, Mansell cuenta con un “aliado” en Ayrton Senna, que está ansioso por ganar… y puede hacerlo. También podría ganar Rosberg y dale con ello el título a Mansell. Pero Keke era coequipier de Prost…

Lo cierto es que el colofón australiano va a ser digno de la temporada: Nigel Mansell sale en pole, con Piquet a su lado; Senna y Prost ocupan las 2ª línea de la parrilla. Tras los primeros escarceos, Rosberg, que ha salido 7º, se planta en cabeza y puede pensarse que el finlandés quiere despedirse de la F1 con una victoria; pero no: va en cabeza desde la vuelta 7 hasta la 60 “a la espera de dejarle el sitio a Prost si este lo necesitaba o de impedir que ganase un Williams; si podía, ayudaría a Alain”. Pero Prost está decidido a ir a por todas: en la vuelta 11 adelanta a Piquet y en la 23 a Mansell. Ya es segundo; pero como Mansell va tercero, aunque Rosberg le cediese su puesto a Prost (Piquet había hecho un trompo y era 4º), eso le bastaría a Mansell para llevarse el título aunque Prost ganase. Y entonces, Prost pincha… Lento rodar hacia boxes, los mecánicos no aciertan a colocar el gato bajo el coche, dificultades para cambiar la rueda delantera derecha… Total, 18 segundos parado y retorno a la pista en 4ª posición a 20 segundos de Mansell y Piquet, y a 50 segundos del líder, Rosberg. Aparentemente, la carrera y el título están decididos. De todos modos, el motor TAG-Porsche potenciado “tira” lo suyo y Prost logra dar alcance al grupo Mansell-Piquet en la vuelta 57. Quedan 25 por recorrer y en ellas ocurre lo increíble: en la 63, uno de los neumáticos traseros de Rosberg no soporta el esfuerzo impuesto por el finlandés en su intento de ir hasta la meta sin parar a cambiarlos y pierde su banda de rodadura.

En Williams, cuyos pilotos también van a intentarlo, les avisan por radio que paren en boxes en la vuelta 65 para ver cómo están las ruedas y proceder a cambiarlas si es preciso. Pero justo cuando Mansell está recibiendo el aviso, su neumático trasero izquierdo estalla entre una nube de chispas dejándolo a su aire a 300 km/h y sobre tres ruedas… Haciendo un alarde de dominio y sangre fría, Nigel consigue llevar a su cojitranco monoplaza hasta la escapatoria de final de recta. Piquet responde al requerimiento y entra en boxes para inspeccionar sus ruedas, con lo que Prost puede empezar a creer que está soñando: es líder, Mansell está fuera de carrera y Piquet va segundo a 20 segundos; luego, en aquellos momentos, era Campeón del Mundo por segunda vez.

Pero… no todo eran violines y trompetas para el francés: su ordenador de a bordo le indicaba que le iban a faltar 5 litros para llegar hasta la meta. Su reacción fue doble: cambió de ritmo, capitalizó su ventaja… y se autoconvenció de que el ordenador no indicaba bien. Con lo cual logró ganar el Gran Premio (el 2º fue Piquet a 4,2 segundos) y conservar el título. ¡Ah!: un chequeo poscarrera mostró que, en efecto, el ordenador estaba averiado y daba datos incorrectos.

Agradecimientos a: F1 Racing

1 comentario:

  1. MUCHAS GRACIAS por un blog tan interesante !!! :D por fin alguien se digna a hablar de Formula 1 y no solo de Alonso !!!

    GRACIAS !!! ya TOCABA tener algo así encastellano.
    Pasate por mi fotolog si quieres:"www.fotolog.com/mans5ll" y echale un ojo, o por los primeros capitulos de mi blog, actualmente dejé de escribir sobre F1 y demás, pero volverá :D

    SALUDOS!

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