4/12/2009

La prepotencia se paga en la F1


Parece que ha pasado mucho tiempo desde que el mundial de Fórmula 1 del año 2008 se le escapara al equipo Ferrari en la última curva del último Gran Premio. Justo en ese momento, cuando el monoplaza de Hamilton adelantaba al de Glock y conseguía hacerse convertirse en el ganador, en el box de la Scuderia algunos ya daban saltos, y Stefano Domenicali pensaba que se podía llevar un doblete en su primer año al mando del equipo de Maranello.

La historia no acabó felizmente para los italianos al ver como por un punto, tan sólo uno, toda su alegría se transfería al box de McLaren. Este punto precioso se pudo alcanzar, por ejemplo, en la primera carrera de Australia 2008, donde Felipe Massa se retiró a causa de una avería en su motor. Hay una ley no escrita en la F1 que indica que los puntos perdidos "a lo tonto" se pagan duramente al final de temporada. Precisamente, por culpa de esos errores de cálculo, se dejan escapar puntos y oportunidades que son perfectamente asequibles para un equipo competitivo como lo fue Ferrari durante 2008.

Parece ser que nadie en el box del equipo rosso aprendió la dura lección del año anterior, pues tiraron a la basura puntos preciosos y que ya tenían prácticamente en el bolsillo en la primera carrera de 2009, unos por mérito de los pilotos (Räikkönen reeditando su amor por los muros al más puro estilo 2008) otros por fallos del equipo (rotura en el conjunto suspensión-dirección del coche de Felipe Massa).

Tras el fiasco en Australia, el equipo Italiano acudió a Malasia conocedor de su potencial, y así se vió durante las jornadas previas a la sesión de clasificación, tanto que ya se veían protagonistas de la carrera, tratando de tú a tú a los británicos de Brawn GP. El equipo rojo era verdaderamente capaz, si bien no de batirles, sí de plantarles cara cronométricamente.

En la primera sesión de clasificación Q1, los F60 estaban rindiendo a un alto nivel, tanto que, a mitad de sesión, ya tenían colocados a sus dos monoplazas entre los cuatro primeros puestos. Los tiempos impresionaban y dejaban una buena sensación: se codeaban con los Brawn GP. Pero claro, según mejoraba la pista y el “resto” (esos que para ellos parecía que no contaban ya) empezaban a bajar sus tiempos, los de Maranello decidieron que ya estaban clasificados y dieron órdenes a sus pilotos de bajarse de los coches en espera de la siguiente sesión.

El resultado de tanta prepotencia (admitida por el propio Domenicali posteriormente), fue que gran parte de los equipos mejoraron sus tiempos en los últimos momentos de la clasificación (como ocurre siempre), haciendo bajar en la tabla de tiempos a los pilotos de Ferrari. Tanto fue así que el brasileño de Ferrari quedó fuera, mientras que el finlandés pasó a la Q2 por los pelos, siendo el último de la primera sesión.

La prepotencia se paga, y en Formula 1 más. Quizá los de Ferrari no quieren sufrir más y prefieren regalar todos los puntos (con rabieta de Felipe Massa incluida). Lo cierto es que los aficionados y los que sean seguidores del mítico equipo Italiano han perdido la oportunidad de disfrutar de una carrera donde Ferrari hubiera sido uno de los grandes protagonistas.



Agradecimientos a: www.thef1.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario